La boda de Marina y Héctor comenzó en la preciosa Parroquia del Santo Cristo en pleno corazón de Marbella.
Una ceremonia muy emotiva donde los novios se dieron el “sí quiero” para después trasladarse a su finca privada en Monda para la celebración.
Finca La Rosa, una preciosa finca familiar con unas vistas a la serranía de Málaga inigualables, fue testigo de una divertida boda, llena de música y de momentos muy especiales.
Algo tenían claro Marina y Héctor respecto a su boda: querían que la música en vivo fuese una de las protagonistas y que sus invitados no dejasen de bailar.
Durante el cóctel, un animadísimo grupo cubano sacó lo mejor de los invitados. Luego siguió el almuerzo, servido por el Catering Bodegas Campos y volvía a seguir la fiesta con el grupo flamenco Callejón. Como no se podía parar de bailar, llegó Alejados, un divertido grupo de versiones y para rematar, el Dj.
Como veis, no hay límites para la música, los buenos ratos y la diversión entre amigos y familia.
26 mayo 2020